La conquista del aumento de la esperanza de vida de las personas con síndrome de Down en el comienzo del siglo XXI, exige planificar desde las asociaciones y las familias nuevos programas de intervención para responder a las demandas que el envejecimiento en este colectivo específico nos presenta ya de forma acuciante.
Se debe garantizar el bienestar y la calidad de vida que deben acompañar a este incremento de la esperanza de vida. Para ello, es necesario mejorar el conocimiento sobre el proceso de envejecimiento saludable, tanto cognitivo, como de evolución y adaptación social. Con este fin se ha llevado a cabo la investigación que se presenta en esta publicación.
Ésta se ha desarrollado desde dos líneas que son complementarias con el propósito de dibujar un mapa sobre el que se debe planificar los escenarios de futuro en el que se moverán las familias, las asociaciones, los profesionales, las administraciones públicas y las propias personas con síndrome de Down.
Las dos líneas de investigación fueron las siguientes: 1) Análisis demográfico, en él se trabajó el aumento ya constatado de las personas con síndrome de Down que superan los 50 años; 2) Análisis de las expectativas ante el envejecimiento que tienen tanto las familias como las propias personas con síndrome Down que envejecen. En esta línea se tuvo en cuenta los estudios y las valoraciones realizadas por la gerontología social sobre las expectativas que tiene la población española en general en relación a su propio envejecimiento.